Yo no sé todavía
cómo llegó la ola inmensa
de este júbilo nuevo.
Igual que en el milagro de una resurrección,
hoy levanto la losa de mi sepulcro negro.
He tapado mis llagas con puñados de risas,
he encendido mil versos en la ribera oscura...
Y el corazón, desnudo,
lo he clavado en los picos de la estrella más alta.
Emeterio Gutiérrez Albelo. Campanario de la primavera (1930).
2 comentarios:
Que bonita oda al renacer de una etapa oscura. El resurgir.
Ese júbilo incontrolable...
Un abrazo.
Un canto al renacimiento sumamente acertado.
Un abrazo.
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