viernes, 30 de abril de 2010

Gorrión

No olvida. No se aleja
este granuja astuto
de nuestra vida. Siempre
de prestado, sin rumbo,
como cualquiera, aquí anda,
se lava aquí, tozudo,
entre nuestros zapatos.
¿Qué busca en nuestro oscuro
vivir? ¿Qué amor encuentra
en nuestro pan tan duro?
Ya dio al aire a los muertos
este gorrión que pudo
volar pero aquí sigue,
aquí abajo, seguro,
metiendo en su pechuga
todo el polvo del mundo.

Claudio Rodríguez. Alianza y condena (1965).

jueves, 29 de abril de 2010

Epitafio sin amor

Mientras vivió, permaneció en lo alto. Hoy quedan
retratos pisoteados, libros y panegíricos,
y algo como un horror en la conciencia
colectiva. Su nombre, por fortuna,
ha pasado a la historia para ser
ira, desprecio, escándalo
de las generaciones,
y aún dura en las cloacas de aquel tiempo sombrío.

Pero la maquinaria que creó
no dura. Pieza a pieza, el engranaje
fue sustituido sin piedad.
Un viento popular barrió las vigas
carcomidas, el moho, las distancias,
y en el silencio que quedara en pie
fue posible por fin la primavera.

Carlos Sahagún. Estar contigo (1973).

miércoles, 28 de abril de 2010

A un desahuciado

Poco valoras, menos te entusiasma;
a todo indiferente, más que sabio
pareces sordomudo. Pues hastías,
nadie te quiere ver; tu exigua talla
molesta en salas, playas, urinarios.
Fuera fácil la enmienda, pues conmigo
los ojos te chispean, ríes, gritas,
y a un eremita santo le diviertes
si le hablas de tus vicios. Tan secretos
no son como tú crees, y así ayuntas
murmuración y tedio. Comunica
alegría, no ajada, a sus oídos,
y que todos te envidien la inocencia.
En brevedad ancianará tu cuerpo,
y pues vives por él, aunque precario,
cultiva el vicio, y nunca lo abandones.

Francisco Brines. Aún no (1971). De "Composición de lugar".

Hoy ha sido galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía.