domingo, 7 de septiembre de 2008

Desde el ocaso

Dirán que nuestras vidas, al mirarnos
con la distancia fría que los tiempos
ponen entre los vivos y los muertos,
fueron amores tristes, dichos vanos,

veladas compartidas hasta el alba;
que nunca contrajimos compromisos,
que todo lo que hicimos fue baldío,
desérticos furores en las brasas.

Yo dejo humildemente un testimonio
por si alguien de otro siglo se interesa
y al ver nuestros retazos se enternece;

supimos que acechaba ya la muerte,
quisimos ser felices en la espera,
brillamos, pero el sol se puso pronto.

Leopoldo Alas. La condición y el tiempo (1992).

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