martes, 5 de agosto de 2008

Palabras para Julia

A mediados de los sesenta José Agustín Goytisolo escribió el bellísimo poema Palabras para Julia. No lo publicó hasta 1979 en el libro Palabras para Julia y otras canciones.

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía, es mejor vivir
con la alegría de los hombres,
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto,
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno,
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.

Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname, no sé decirte
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Inmediamente a su composición Paco Ibáñez lo adaptó, maravillosamente, y obtuvo un rotundo éxito. Luego también lo cantaron Rosa León, Mercedes Sosa, Los Suaves, he de reconocer que me encanta, y Kiko Veneno-Muchachito-Peret. Este es un vídeo con la interpretación que hizo Paco Ibáñez en el Palau de la Música de Barcelona en 2002.



Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable,
interminable.

Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido,
no haber nacido.

Pero tu siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti,
pensando en ti,
como ahora pienso.

La vida es bella ya verás,
como a pesar de los pesares,
tendrás amigos, tendrás amor,
tendrás amigos.

Un hombre solo, una mujer,
así tomados, de uno en uno,
son como polvo, no son nada,
no son nada.

Entonces siempre acuérdate,
de lo que un día yo escribí,
pensando en ti, pensando en ti,
como ahora pienso.

Nunca te entregues, ni te apartes,
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo,
y aquí me quedo.

La vida es bella ya verás,
como a pesar de los pesares,
tendrás amigos, tendrás amor,
tendrás amigos.

Y siempre, siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí,
pensando en ti, pensando en ti,
como ahora pienso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosos versos que todos deberíamos leer al menos una vez a nuestros hijos.
Un saludo

Carlos Castedo dijo...

Es un poema bellísimo que ha sido también muy felizmente adaptado. La versión de Paco Ibáñez en el Teatro Olympia de París en los sesenta me gusta especialmente.
Un saludo.