sábado, 12 de febrero de 2011

El azahar

A Almudena y Francisco Díaz de Castro

De noche,
el contrabando
que la brisa promueve,
repentino,
ha empujado su aroma hasta mi cama.

Duele en perfume el mundo,
el mundo duele
en su delicadeza clandestina.

Hay un cañaveral,
escoltado de adelfas y cipreses,
que lleva a los naranjos por lo oscuro.
Cerca del mar.
Mi carne lo conoce.

La vida,
tan impune,
nos ciñe a la garganta un nudo de pena.

Esta furtiva noche enamorada
traspasa el corazón
con su espina de bálsamo y venenos.

Duele en perfume el mundo,
el mundo duele
con su fragancia equinoccial tan íntima.

Carlos Marzal. Fuera de mí (2004).

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