martes, 7 de julio de 2009

Alba

Industriosa ciudad, salobre y húmeda,
en donde las callejas despertaban orinada y solas,
camino del hotel.
Igual que el sol nacido, pero más puro y libre,
se apoya aún aquel cuerpo, en una esquina,
con restos desprendidos de blasfemias y vicios.
Gatos indiferentes. Y un humo de tabaco
se iniciaba en el día
más hermoso y más largo del verano.

Francisco Brines. Aún no (1971).

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