martes, 22 de julio de 2008

Órbita de mi sueño

De nuevo he preguntado;
serenamente al sol, por mi alegría
y otra vez ha escondido
en la noche su voz sin responderme.

Entonces me acerqué misterioso
a la anchurosa boca de la sombra;
pregunté por mi muerte
y me mojé los ojos con su olvido...

Nadie me respondió.
Me volví al mundo...

Ahora ruedo cautivo
en la lágrima de un sueño,
expuesta ya por siempre a la burla de los hombres
la plenitud de mi desesperanza.

Emilio Prados. Jardín cerrado (1946).

No hay comentarios: