Un día me escapé de nuestro piso,
me estuvieron buscando mil ventanas.
Sé que ha pasado el tiempo:
llegarán a decirme que nadie inventó el mar.
Y qué importa, si tienes
un instante después de cada instante
y hay mil ventanas rotas,
un universo desproporcionado,
un mar sin inventar.
Lorenzo Plana. Ancla (1995).
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