domingo, 28 de junio de 2009

Canción serena

Un día puro, alegre, libre quiero.
FRAY LUIS DE LEÓN

No me dejéis así: Sorbido por la tierra
hondísima y vibrante como el clamor penúltimo;
con este olor maduro de soles y horizontes
abriéndome en el pecho el surco luminoso.

No es el que el cuerpo me suene a cristal derramado
ni que diez corazones me alanceen las yemas,
ni que cielos redondos agolpen sus rebaños
a mis ojos mastines, labradores de cimas.

Es que un mar fugitivo rinde velas y senos
y pétalos y espumas a la gozosa playa
donde el rumor se atreve a mancillar la sombra.
¡Y se me ciegan labios y gritos y pupilas!

Es que siento que el aire es de carne dulcísima
y la luz sólo luz.
Que el contorno me huye
a bandadas blanquísimas de palomas y lirios
y me abandonan manos y dientes y melenas.
No. No me dejéis así: Moriría desnudo
sin sentirme morir. Brasa, pájaro. Pájaro o viento-,
y pobre vestido, con su sangre caliente,
se hundiría, esperando mi imposible retorno.

Victoriano Crémer. Tacto sonoro (1944).

Ayer nos dejó a sus 102 años. Seguía publicando un artículo diario.

2 comentarios:

Vicente dijo...

Largas y cálidas noches a la luz de la hoguera, la brisa del mar seductora, agitados nuestros desnudos cuerpos por una ola protectora. Mi pequeño homenaje al maestro.

Vicente dijo...

Es que la noche de San Juan me sugería algo así.