domingo, 6 de diciembre de 2009

A la poesía

Me siento vagabunda de las Letras.
Quiero comer mi pan con el mendigo.
Beber el vino de todos.
Tomar el sol,
tendida
sobre la hierba húmeda.
Tener una guitarra
con cuerdas de latidos. Entregados.
Tocarla por los pueblos.
Que los hombres -de colores distintos-
bailen al son de ella
con sus modales
toscos
y su verdad sencilla
a flor de labio.

María Elvira Lacaci. Al este de la ciudad (1963).

1 comentario:

Vicente dijo...

A mí también me gustaría vivir la música a traves de una guitarra con cuerdas de latidos dentro de ese marco de pluralidad e integración multirracial. Parezco ya ZP, ejem ejem...