No limpian las palabras.
Alumbran una isla en el lugar
del miedo y extienden una rama
al paso de los pájaros. Acogen
cuanto nace del hambre de las cosas
y mueren en silencio.
Pero su amor no limpia.
Como no limpia el llanto el rastro
de estar vivos.
Ada Salas. La sed (1997).
2 comentarios:
Me alegro que coincidamos en el gusto por la poesía de Ada Salas. Yo también agregaré un link a tu blog, me parece muy interesante. Estamos en contacto!
Gracias.
Un cordial saludo.
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