(VENTANA)
La ventana
con vistas al desnudo
donde aún sobrenada un seno solitario,
se prolonga imposible la tristísima
longitud de una media abandonada,
y los gatos erráticos,
lás pálidas botellas,
la lámpara encendida, moribunda señora,
en rigor para quién.
José Ángel Valente. Treinta y siete fragmentos (1972).
martes, 25 de mayo de 2010
viernes, 7 de mayo de 2010
A mano armada
A mano armada,
cuando la noche impone su costumbre de insomnio
y convierte
cada minuto en el aniversario
de todos los sucesos de una vida;
allí,
en la esquina más negra del desamparo, donde
el nunca y el ayer trazan su cruz de sombras,
los recuerdos me asaltan.
Unos empuñan tu mirada,
el alma blanca de un lejano sueño,
y con voz inaudible,
con implacables labios silenciosos,
¡el olvido o la vida!,
Reconozco los rostros.
Cierro los ojos para ver más hondo
y siento
que me apuñalan fría,
justamente,
con ese hierro viejo:
Ángel González. Breves acotaciones para una biografía (1971).
cuando la noche impone su costumbre de insomnio
y convierte
cada minuto en el aniversario
de todos los sucesos de una vida;
allí,
en la esquina más negra del desamparo, donde
el nunca y el ayer trazan su cruz de sombras,
los recuerdos me asaltan.
Unos empuñan tu mirada,
otros
apoyan en mi espalda,el alma blanca de un lejano sueño,
y con voz inaudible,
con implacables labios silenciosos,
¡el olvido o la vida!,
me reclaman.
Reconozco los rostros.
No hurto el cuerpo.
Cierro los ojos para ver más hondo
y siento
que me apuñalan fría,
justamente,
con ese hierro viejo:
la memoria.
Ángel González. Breves acotaciones para una biografía (1971).
martes, 4 de mayo de 2010
[Si después de llorar has de vivir]
Si después de llorar has de vivir
y tus lágrimas fueron de morir
y no mueres, por ser flexible acero
la astucia oculta tu amor entero,
y si escondido llamas desleal
a memoria que mata, y no es cabal
tu olvido, y te combaten sin figura
recuerdos que no quieren sepultura,
y si te salen sombras al camino
reclamando lugar en tu destino,
y recelo que de ti se esconde
a angustiada pregunta no responde,
y si sabes de voces sin palabras
que te piden albergue, y que no abras
dice el miedo a espantar la certidumbre
que anida en peñas de insegura cumbre,
no estás vivo ni muerto, sino en trance
de morir y nacer, y no hay avance
posible si no mueres por completo
una vez en tu vida, sin secreto
para nadie que viva en tu interior
con el diáfano rostro de amor,
y si muriendo así no lloran ellos
en silencio, no lágrimas, destellos
que iluminen tu gracia moribunda
y con su luz eviten que se hunda
en rencoroso lago de no ser
tu esperada figura y el quehacer
que te cumple. Y yo te enviaría
mis águilas después de tu agonía.
Rafael Dieste. Rojo farol amante (1936).
y tus lágrimas fueron de morir
y no mueres, por ser flexible acero
la astucia oculta tu amor entero,
y si escondido llamas desleal
a memoria que mata, y no es cabal
tu olvido, y te combaten sin figura
recuerdos que no quieren sepultura,
y si te salen sombras al camino
reclamando lugar en tu destino,
y recelo que de ti se esconde
a angustiada pregunta no responde,
y si sabes de voces sin palabras
que te piden albergue, y que no abras
dice el miedo a espantar la certidumbre
que anida en peñas de insegura cumbre,
no estás vivo ni muerto, sino en trance
de morir y nacer, y no hay avance
posible si no mueres por completo
una vez en tu vida, sin secreto
para nadie que viva en tu interior
con el diáfano rostro de amor,
y si muriendo así no lloran ellos
en silencio, no lágrimas, destellos
que iluminen tu gracia moribunda
y con su luz eviten que se hunda
en rencoroso lago de no ser
tu esperada figura y el quehacer
que te cumple. Y yo te enviaría
mis águilas después de tu agonía.
Rafael Dieste. Rojo farol amante (1936).
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