Se encendió una rosa fulgurante
afuera de la ventana,
ha estallado una rosa,
parecemos las víctimas del incendio,
azorados, ávidos de su belleza.
Ahora todo tiene
color, contraste, vuelo.
Vengan a ver la rosa, vengan,
tiene un grito amarillo despiadado,
es un lujo, es una enhiesta vara
para golpear al cielo,
vengan a la rosa amarilla
que nos dejó perplejos,
vengan a ver la rosa mía.
Alejandro Aura. Poeta en la manaña (1991).
El estupendo poeta y dramaturgo, y cuentista, y ensayista, y bloguero (www.alejandroaura.com), y... falleció anteayer en Madrid.
Nos queda su palabra.