Devuélveme, memoria poderosa,
la conciencia profunda del instante.
Tocar la cantidad de esencia doble
y no dejar jamás de ser materia.
La posesión de límite que encierro
hacia un espacio sin final me lanza,
que es perfección, dominio, maravilla:
totalidad de ser únicamente.
Quédame, tacto. Sensación, procura
abrir mi eternidad en dos presencias.
Jaime Siles. Canon (1973).
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