el aparato de la televisión. Y ha sido
dentro un sonido, aunque absurdo,
arrogante: han caído
regiones y han ardido
convoyes, la cigüeña
vuela serenamente. Verdaderas
regiones y esperados
convoyes, las ortigas
han tomado la tierra reservada
a la frambuesa. Todo
acabará teniendo su lugar en esta
nueva rutina. Incluso
que uno otra vez padezca la mirada
sin honor, y que otro
ceda su manta inútil
a la orfandad de fuera.
Juan Carlos Suñén. El hombre izquierdo (1997).
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